PROBAR, DISFRUTAR Y COMPROBAR LO BIEN QUE SALE SIEMPRE PESE AL MIEDO INICIAL
Las sesiones de pareja suelen ser una prueba de fuego que se toma con "cierto temor" al no estar acostumbrados a que nos hagan fotos y ser los protagonistas, pero eso queda al final como una mera anécdota pues todo finalmente fluye como la seda y siempre nos da mucho más de lo que nos esperamos.
Es una experiencia llena de gratitud.